En el marco de la 82 Asamblea General de Interpol, celebrada en días pasados en Cartagena, Colombia, la Policía Nacional de aquel país montó diferentes exposiciones y dejó ver ante representantes de 190 países que es fundamental que la doctrina de una institución de funcionarios encargados de cumplir la ley, sea compartida y fácil de socializar con aquellos a quienes sirven. En otras palabras: que su misión sea compartida con los gobernados.
Una buena policía no es aquella que es efectiva únicamente al momento de investigar y detener, sino la que es capaz de generar conciencia y valores en la ciudadanía.
Esta imagen es muestra de ello. Un Ferrari Testarrosa asegurado a la delincuencia organizada fue convertido en patrulla y me explica un mayor de la Policía Nacional: "Queremos que aquellos que piensan que la delincuencia paga bien, se den cuenta de que se equivocan. El crimen no paga, más bien quita y mucho".
Qué razón tiene.
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