domingo, 27 de octubre de 2013

El crimen no paga

En el marco de la 82 Asamblea General de Interpol, celebrada en días pasados en Cartagena, Colombia, la Policía Nacional de aquel país montó diferentes exposiciones y dejó ver ante representantes de 190 países que es fundamental que la doctrina de una institución de funcionarios encargados de cumplir la ley, sea compartida y fácil de socializar con aquellos a quienes sirven. En otras palabras: que su misión sea compartida con los gobernados. 

Una buena policía no es aquella que es efectiva únicamente al momento de investigar y detener, sino la que es capaz de generar conciencia y valores en la ciudadanía.

Esta imagen es muestra de ello. Un Ferrari Testarrosa asegurado a la delincuencia organizada fue convertido en patrulla y me explica un mayor de la Policía Nacional: "Queremos que aquellos que piensan que la delincuencia paga bien, se den cuenta de que se  equivocan. El crimen no paga, más bien quita y mucho". 

Qué razón tiene. 


viernes, 18 de octubre de 2013

Breve reflexión sobre los exámenes de control y confianza


La Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública establece la obligación para los integrantes de todas las policías del País, de presentar exámenes  que incluyen diferentes baterías de pruebas psicológicas y psicométricas, análisis médico y toxicológico, aplicación del poligráfo y un análisis de entorno económico. A este serie de evaluaciones se les conoce como exámenes de control y confianza.

Su aplicación ha generado descontento en algunos sectores de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. La secrecía con la que se evalúan los resultados -dicen algunos- genera la sensación  de indefención, particularmene cuando un elemento es separado de su encargo bajo el argumento de no haber acreditado dichos exámenes, pero no se les informa en qué fallaron o la razón por la que dejaron de ser confiables.

Al interior de las corporaciones, hay quienes señalan a los mandos como los causantes de despedirlos tomando como pretexto los exámenes de control y confianza. Sin embargo, dichas evaluaciones están completamene fuera del alcance de la manipulación de los mandos policiales. De hecho, éstos últimos  son también evaluados ante instancias que no son las de su ámbito de influencia. 

Antes de que sea obligatorio contar con policías evaluados en control y confianza, el reclamo era que las policías tenían un porcentaje muy alto de infiltración, convirtiéndose en brazo operativo de grupos criminales o simplemente que pocos contaban con la ética necesaria para desempeñar el rol de garante de la seguridad ciudadana.

Cierto es que dichos exámenes y su proceso de interpretación de resultados deben revisarse con detenimiento para evitar que alguna falla en su lectura trunque las carrera de un policía que ha decidido dedicar su vida a proteger y servir a los demás, pero también lo es que los países con mejores prácticas en materia policial aplican estas evaluaciones con resultados muy positivos. De hecho, fincan en dichos exámenes el  éxito en la captación y administración de su elemento humano y, lo más importante, su futuro desempeño en el campo, frente a la sociedad.

Sería importante que la propia Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública otorgue la posibilidad de transparentar los resultados de dichas evaluaciones y con ello dar certeza a quienes han dedicado gran parte de su vida a tareas de seguridad pública. Lo merecen ellos y sus familias.

También es deseable que los policías uniformados y no uniformados, especialmente los mandos, adopten una nueva actitud ante la necesidad de la evaluación permanente como parte del nuevo pacto entre autoridad y sociedad. 

Los exámenes de control y confianza son tan sólo una parte, muy importante sin duda, del camino que debemos transitar hacia la recuperación plena de la confianza en las policías.

martes, 15 de octubre de 2013

sábado, 12 de octubre de 2013

El "secuestro" de los españoles: una propuesta para prevenir la extorsión telefónica.

En el post anterior señalaba que el secuestro virtual o extorsión telefónica no distingue estratos sociales, nivel académico u ocupación.

La mala experiencia que en días pasados vivió un grupo musical español en tierras mexicanas -quienes cayeron en la trampa de los embaucadores virtuales-, es una señal de que no han bastado las campañas desplegadas para combatir este delito.

Sería lamentable que sucesos como el referido, que propiciaron la movilización policial de corporaciones de España y México, marcara un precedente que incremente la percepción negativa que algunos países han difundido sobre los riesgos de visitar nuestro País. 

Una propuesta para evitar que los turistas, o cualquier persona que se encuentre hospedada en un hotel, caiga en las redes de los secuestradores virtuales, es contar con un aviso en los cuartos informando sobre este modus operandi y qué se debe hacer en caso de recibir una llamada de ese tipo. 

Es una propuesta sencilla de implementar, que ayudaría a proteger a potenciales víctimas de este delito.  ¿No creen?



jueves, 3 de octubre de 2013

Cosas que debemos saber sobre el secuestro virtual o extorsióntelefónica


1.       La extorsión telefónica o secuestro virtual no distingue nivel socio cultural. Lo mismo ha golpeado a personas de estrato social y formación académica y profesional de alto nivel, que a la clase media y baja. Así que debemos entender que le puede pasar a cualquiera. En México, han sido víctimas de este delito grandes empresarios, intelectuales, académicos, artistas, deportistas famosos, periodistas y hasta sacerdotes, por señalar algunas ocupaciones de las víctimas que he conocido. También he tratado a personas de origen sumamente humilde que han perdido sus pequeños ahorros por una llamada de extorsión.

2.       Se caracteriza por generar en la víctima, a través de una llamada telefónica,  la idea de que quien contesta o algún familiar querido, corre un grave riesgo, por lo que la obligan a mantenerse en línea, esto es, sin colgar el teléfono, siguiendo instrucciones que pueden ir desde dirigirse a un lugar a comprar tarjetas para celular y proporcionar la clave de las mismas, a ir a un establecimiento para depositar dinero, por lo regular instituciones con mucha flexibilidad para cobrarlo como Banco Azteca, Copell, etc., con la amenaza de que si no lo hace comenzarán a lastimar al familiar o haciendo creer que están siguiendo a la víctima a distancia.

3.       Una modalidad muy reciente es la de hacer que la víctima, una vez que ya dio datos de otros familiares, se hospede en algún hotel de paso para seguir instrucciones y, ya enganchada, no contestar ninguna llamada que no provenga de las extorsionadores o mantener el teléfono apagado por determinado tiempo. Esto permite que mientras la persona se encuentra encerrada, los delincuentes hablen con sus familiares y les hagan creer que la tienen secuestrada. Además de hoteles, pueden hacer que la víctima permanezca en un centro comercial, parques, iglesias, cafeterías, etc.

4.       En el mejor de los casos, una víctima “enganchada” pierde entre 500 y mil pesos por concepto de la compra de tarjetas de teléfono. Sin embargo, he presenciado casos en los que se ha pagado más de un millón de pesos en diferentes depósitos en menos de 24 horas.

5.        A la merma económica y la crisis emocional que viven los familiares, se suma el grave pesar que recae sobre la víctima inicial al darse cuenta de que todo fue un engaño. Hay casos extremos en que dichas víctimas, por la excesiva frustración, se niegan a reconocer que fue una treta y tratan de sostener la historia con tal de no admitir que fueron engañados.

La manera de combatir la extorsión telefónica es mucho más sencilla que su ejecución y consiste en colgar ante cualquier llamada con las características antes descritas, alertar a nuestros familiares  y difundir el consejo entre nuestro núcleo cercano.

Este tipo de llamadas son aleatorias, por lo regular desde el interior de algún centro de reclusión, y no representa ningún riesgo para la persona que la recibe, a pesar de lo que el delincuente diga por teléfono.

Por último, siempre es útil tener una clave entre familiares para informar sobre alguna situación anormal, misma que debe ser breve y fácil de mencionar bajo una situación de estrés.

Espero les sea de utilidad la presente información.